miércoles, 12 de noviembre de 2014

Pescado, ¿no tan sano?
El consumo mundial de pescado se ha duplicado en los últimos 40 años, por lo que han aumentado mucho los sistemas de cría y de producción intensiva.
Esta forma de cría denominada piscicultura requiere la utilización de piensos artificiales que contienen sustancias químicas que los peces incorporan a su cuerpo y que pueden ser perjudiciales para los humanos si lo consumimos.
Por ejemplo, se ha detectado gran cantidad de dioxinas en peces de criadero, que es un veneno muy fuerte. También en la fabricación de pienso se utilizan sustancias tóxicas para evitar que el pienso se enrancie.
Hoy en día, los salmones de criadero, llevan un montón de sustancias tóxicas que ingieren al comerse los piensos que les dan.
Estos piensos llevan sustancias que les hacen crecer el doble de rápido. Un salmón normal, suele terminar el crecimiento en 12 meses mientras que los de criadero en 6 meses.
Los piensos también llevan productos para que no se pongan malos ( enracien) y de esta manera duran más. La mayor parte de la carne del pescado está llena de sustancias tóxicas producidas por el ser humano, que es quien crea esos piensos tan tóxicos para los peces de criadero.
Estos peces de criadero se pueden diferenciar de los peces "libres" ya que los de criadero tienen las agallas más separadas las unas de las otras de lo normal, la carne de los peces de criadero se desmenuza muy fácilmente mientras que la de los peces "libres" no se desmenuza tan fácilmente.
Hoy en día, hay un producto en el mercado llamado panga que simula ser merluza.
Este pescado pasa por muchas fases para ser o parecer similar a la merluza. Les hechan un producto químico para que se pongan más gorditos y grandes para que pesen más y haya menos producto al venderlos.
Este producto se vende en muchos países y se cría y captura en zonas de Asia.
Muchas personas compran este producto pensando que es merluza.




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